The Monkey
Críticas
4,0
Muy buena
The Monkey

Adaptando a Stephen King con gore y mala baba

por Tomás Andrés Guerrero

Antes del verano pasado, Osgood Perkins era conocido por sus películas de terror psicológico de ritmo lento, aunque su legado familiar (como hijo de Anthony Perkins) no fue suficiente para atraer a una gran audiencia. Sus trabajos previos no lograron destacar. Sin embargo, su película Longlegs cambió todo, convirtiéndose en una de las películas de terror más elogiadas de la década. Esta obra no solo mostró su estilo único, sino que también llevó el terror de los 90 al cine contemporáneo. Tras este éxito, Perkins se consolidó como un cineasta clave del género, ganando reconocimiento por su habilidad para crear atmósferas inquietantes. Ahora, tras su éxito, ha colaborado con James Wan (productor) para adaptar un relato de Stephen King, dando como resultado The Monkey, una película gore y alucinante.

La película comienza en los años 90, cuando los hermanos gemelos Hal y Bill Shelborn (Christian Convery) exploran la casa de su padre y encuentran un misterioso mono organillero. Hal, introspectivo, y Bill, cínico, tienen una relación tensa marcada por cariño y desaprobación. Tras descubrir el juguete, empiezan a ocurrir extraños accidentes que acaban con la vida de sus seres cercanos. Veinticinco años después, Hal (Theo James), viviendo en soledad por miedo a la maldición, se ve obligado a enfrentar su peor temor cuando un nuevo accidente ocurre y su hijo, Petey (Colin O'Brien), comienza a interesarse por su familia.

La frase de la madre en The Monkey -"Todo el mundo muere, y así es la vida"- refleja la brutalidad de la existencia, centrando la película en una demencial comedia de terror sobre la crueldad del mundo. A diferencia de Destino Final, donde siempre hay una oportunidad de escapar de la muerte, aquí no hay esperanza, y su tono macabro y gore descontrolado recuerda al estilo de Peter Jackson en sus primeros trabajos como Bad Taste o Braindead.

Perkins ofrece al espectador muertes gore y desquiciadas con momentos delirantes y un villano memorable, menos ruidoso que Nicolas Cage en Longlegs pero igualmente icónico. Sin embargo, el ritmo decae hacia el final, con disertaciones sobre la familia que frenan la diversión y la locura que habían caracterizado la película. A pesar de esto, es un refrescante cambio tras los trabajos más oscuros del director, adentrándose en el territorio del 'splatter'.

The Monkey presenta algunas de las imágenes más impactantes de la carrera de Perkins, con una edición precisa de Graham Fortin y Greg Ng. Con sus 98 minutos, la película se aleja de las tendencias actuales del terror elevado, rechazando explicaciones innecesarias y abrazando una comedia negra sobre la crueldad aleatoria del mundo, donde la muerte se mezcla con un humor brutal.

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