Paro clínico

Howard Deutch tuvo un fulgurante arranque de carrera en 1986 con La chica de rosa, icono de la comedia norteamericana de los ochenta guste o no. A partir de ella, Deutch no logró estar a la altura de su primera obra con títulos como Una maravilla de clase o Dos cuñados desenfrenados, producciones muy de la época que no hicieron de Deutch más que un artesano de la comedia con cierta capacidad para construir con corrección narraciones, casi siempre, basadas en los diferentes actores con los que trabaja. Un cine poco personal pero, en general, efectivo.Esto queda claro en Paro clínico, aunque en este caso estamos ante un drama aunque posea ciertos elementos cómicos como contrapunto del dramatismo de la historia. En ella, se traza una narración de médicos con tintes de denuncia que aunque no va más allá de la anécdota consigue mantener la atención en todo momento gracias a los actores y a lo