Presence
Críticas
3,5
Buena
Presence

Terror psicológico con el sello de Soderbergh

por Tomás Andrés Guerrero

Steven Soderbergh es una figura esencial del cine actual que siempre ha buscado nuevas formas de expresión artística fuera de los grandes estudios. Comenzó su carrera en el cine independiente y luego, combinó su estilo independiente con proyectos más comerciales. A medida que la industria se centraba en franquicias y remakes, el realizador se reinventó, distanciándose de los grandes estudios, pero continuó explorando el cine de género con un enfoque único, utilizando incluso smartphones para rodarlas. Su estilo es más sencillo y menos pulido, pero siempre lleno de energía y originalidad. A través de su trabajo, busca recuperar la esencia del cine, fomentando la experimentación y contando historias auténticas. Es un director que no solo mantiene las raíces del cine de género, sino que también las adapta al contexto contemporáneo. Su última película, Presence, refleja de manera destacada su enfoque único de hacer cine.

Leer la crítica completa de 'Presence': La tragedia desde un punto de vista sobrenatural: Steven Soderbergh vuelve a los cines con una refinada cinta de terror

En Presence, Soderbergh explora el cine de terror de una manera inusual. La historia, que gira en torno a una presencia fantasmal en una casa, no solo juega con la atmósfera y el suspense, sino que introduce una cámara subjetiva que narra toda la trama desde el punto de vista del espectro. Esto permite que el espectador experimente los eventos a través de los ojos de la entidad, generando una sensación constante de inquietud y una conexión emocional con el protagonista invisible. Este enfoque tiene dos objetivos: sumergir al público en la tensión de los personajes y ofrecer una visión fresca del género de casas encantadas.

En el filme, Soderbergh no solo presenta una historia de terror, sino que la transforma en un análisis psicológico de una familia atrapada en una dinámica disfuncional, donde lo sobrenatural actúa como un desencadenante de la tensión latente entre ellos. La entidad, que al principio parece una amenaza externa, simboliza los conflictos internos no resueltos de cada miembro de la familia. Este enfoque narrativo crea una atmósfera más inquietante, al permitir que el público conozca la amenaza desde el principio, lo que permite que la tensión se construya a través de las interacciones humanas, en lugar de recurrir a los típicos sustos repentinos. Soderbergh juega con las expectativas del espectador, enfocándose más en el miedo psicológico que en el terror físico.

La película aborda el trauma dentro de una familia en crisis, donde la entidad sobrenatural refleja las luchas internas de sus miembros. Más que un terror convencional, se convierte en una reflexión sobre los secretos, las heridas no sanadas y las tensiones familiares. Las interpretaciones del elenco son clave para el impacto emocional de la película, mostrando el peso emocional que cargan al enfrentar lo sobrenatural y las dinámicas familiares. Juntos, crean una película que no solo genera momentos de inquietud, sino que también invita a una reflexión profunda sobre la pérdida y el dolor emocional.

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