En 1983, el gobierno francés lanza el mayor concurso de arquitectura de la historia para coronar el distrito de La Défense en París. Contra todo pronóstico, gana Johan Otto von Spreckelsen, un arquitecto danés apenas conocido.
Con solo cuatro obras construidas, su casa y tres capillas, “Spreck” pasa de la sombra al centro de atención mundial. Ahora deberá liderar la construcción del majestuoso Arco de la Defensa, un proyecto monumental cargado de implicaciones políticas, económicas y simbólicas.