Octavio y Adela nacen en dos pueblos vecinos, el mismo amanecer en que se proclama la II República, un momento histórico que marcará el inicio de sus vidas y, sin que ellos lo sepan, el comienzo de una conexión que los acompañará a lo largo de los años. Desde ese primer día, sus destinos quedan entrelazados de una manera casi simbólica, representando un "8" infinito, en el que sus vidas se cruzan y se separan en ocho momentos clave durante sus 90 años de existencia. A lo largo de este tiempo, la historia de España también se desarrolla de fondo, atravesando las distintas etapas de conflicto y cambio social que marcarán a toda una generación.
Aunque sus caminos parecen destinados a ir por rumbos separados, la vida los llevará, una y otra vez, a encontrarse en circunstancias que les cambiarán el rumbo. A lo largo de los años, sus destinos se entrelazan, enfrentados en momentos de conflicto y distancia, pero con el paso del tiempo, la atracción entre ellos se va intensificando. Lo que comienza como una serie de encuentros fortuitos, de decisiones y momentos que parecen ajenos al amor, lentamente va forjando una historia de pasión y complicidad. Finalmente, en su madurez, después de tantas décadas, Octavio y Adela se encuentran completamente, con un amor que es tardío pero profundamente merecido, culminando en una historia que refleja no solo la relación de dos personas, sino también el paso de una época convulsa hacia una redención personal y emocional.