Crítica de SensaCine.com para La mujer del predicador: El obispo se volvió negro

Tercer y último filme que encadenó como actriz protagonista la cantante estadounidense Whitney Houston y que aprovecha también el talento de su singular voz, muy en boga en los noventa, tras sus participaciones previas en El guardaespaldas y Esperando un respiro. Denzel Washington interpreta al "ángel caído" recién llegado a la comunidad para salvar a la parroquia.

Con este dúo Penny Marshall proponía su particular remake del clásico de Henry Koster, La mujer del obispo (1947), que tuvo como rostros a Cary Grant y Loretta Young, y las comparaciones son odiosas. También con unl tercer vértice en discordia en el triángulo protagónico: David Niven entonces; Courtney B. Vance ahora. Como tratando de seguir también la estela del "espíritu Frank Capra", por ejemplo el de su archiconocida ¡Qué bello es vivir!, La mujer del predicador se deja ver como un calculado producto bienintencionado, pero no quedan muchas más huellas que las de Whitney Houston entonando a pleno pulmón. Una de las mejores cosas que a uno le puede suceder tras este visionado es decidir volver a ver Big, uno de los títulos "sí" recordables de la realizadora neoyorkina.

A favor: La voz de Whitney Houston y sus coincidencias en la pantalla con Denzel Washington.

En contra: Su blandengue discurso y su rutinaria propuesta narrativa y formal.