Crítica de SensaCine.com para El astronauta (RocketMan): ¿Vida inteligente en Marte?

En los noventa, Disney seguía haciendo películas con protagonistas de carne y hueso que se parecían ranciamente a sus títulos de no animación de los sesenta. 'El astronauta' es una comedia de ciencia-ficción al servicio del poco conocido cómico canadiense Harland Williams, un humorista a medio camino entre el descontrol gestual de Jim Carrey y la pastosidad compulsiva de Michael Crawford en 'Some Mothers Do 'Ave 'Em', al que le asignaron el clásico rol de personaje-torpe-que-deviene-héroe-inesperado. En este caso en la primera misión a Marte tripulada por humanos.

Claramente dirigida a un público entre infantil y preadolescente, 'El astronauta' consigue despertar ciertas simpatías a pesar de su limitada ambición en los momentos en que se desmadra más allá de lo que suelen dictar las normas de buena conducta en Disney, como en el gag de las ventosidades o en el del lavabo. Lástima que no se atrevieran a más en este sentido.

A favor: que te falle la máquina de hipnosis en un viaje de ocho meses...

En contra: ese regusto rancio.