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Joey Grasso (Salvatore Coco) es un famoso estafador que acaba de salir de la cárcel después de haber sido atrapado por intentar vender una falsa cura para la celulitis. Ahora vive con su novia, Bonita (Sacha Horler), confinada en una silla de ruedas tras un accidente automovilístico, Joey la aprecia a pesar de que el padre de Bonita piensa que solo es por interés a la herencia que podría recibir. Un día, en un seminario de motivación, conoce a Nikki (Nikki Bennett), hija del popular Marty Raye (Carter Edwards), dueño de una famosa discoteca. La joven desea más que nada ser cantante, y Joey ve su oportunidad para volver a amasar dinero fácil engañando a la gente. Al principio Bonita se muestra reacia pero acepta, y Joey se convierte en el manager de la joven.
Pero durante la audición para el productor discográfico Phil Wehner (Jon English), descubren que Nikki carece de talento alguno, canta terriblemente mal y tiene un carácter difícil de llegar. Ahora el objetivo de nuestro estafador será convertir a Nikki en toda una estrella cueste lo que cueste.
