Aquí están de nuevo Reggie Hammond y Jack Cates. La mafia ha puesto precio a la cabeza de Reggie. El autobús que le lleva desde la cárcel da unas 17 vueltas de campana. Su adorado Porsche acaba convertido en chatarra. Los parroquianos de un bar no saben lo que es enfrentarse a Reggie fuera de sí. Y la noche todavía es joven. Antes de que estas 48 horas terminen, Reggie y Jack pondrán San Francisco del revés con tal de atrapar a un esquivo traficante de drogas.
La Crítica de SensaCine
2,5
Regular
48 horas más
Acción de los ochenta en los noventa
por Rodolfo Sánchez
Quien fuera uno de los referentes del cine de acción de los ochenta, Walter Hill, entró en franca decadencia a partir de los noventa. Aunque su cine no sea más que mero entretenimiento, las películas de Hill poseen la suficiente fuerza como para destacar dentro de un género prolífero aunque bastante manido en sus planteamientos visuales y narrativos. En 1982 logró con Límite: 48 horas entregar una película divertida y dinámica en la que el humor y la acción se daban la mano de manera absoluta, fórmula que en 1990 intentó repetir con 48 horas más. El resultado no fue ni por asomo el mismo. La química entre Eddie Murphy y Nick Nolte se mantiene, la acción está más elaborada y las notas de humor bien introducidas, pero, quizá sea por el recuerdo de su primera parte, hay algo que hace que la película se resienta constantemente. La fórmula funciona pero no convence del todo, aunque queda la e