Le Voyage en douce

En París, la indecisa Lucie –a la que interpreta Geraldine Chaplin- acaba de dejar a su marido y se refugia en casa de su vieja amiga Hélène –encarnada por Dominique Sanda-, con quien comparte confidencias desde que eran niñas. Las dos emprenden un viaje hacia la Provenza, en el sur de Francia, para buscar una casa que alquilar. A lo largo del viaje, las dos mujeres hablan de sus decepcionantes experiencias sentimentales con los hombres, de sus anhelos y de sus vivencias sexuales, algunas de las cuales reproducen durante el trayecto. El viaje supone una forma de redescubrirse y de conocerse mejor. El guionista y director del largometraje, Michel Deville, contó con la colaboración de quince escritores que aportaron otras tantas anécdotas sexuales, que sirvieron de base para el argumento del filme.