Los cateados

En Versalles, Francia, un centro privado de enseñanza, el colegio Luis XIV, acoge a una generación de estudiantes fracasados e indisciplinados. En el último curso toda la clase suspendió el bachillerato por lo que debe repetir. Para intentar mejorar su conducta y sus resultados académicos, la directora del centro, Lucie Jumaucourt, eleva las medidas de control sobre los alumnos, entre las que se incluyen severas normas de vestuario y cámaras de vigilancia. Además, la directora ordena instalar detectores de humo en los servicios del colegio para evitar que los estudiantes fumen allí. También se refuerzan las técnicas de estudio. Sin embargo, estos esfuerzos son estériles. El punto de no retorno es una explosión descontrolada en el colegio debido a la confusión de un petardo, con el que los alumnos pretendían gastar una broma, y una auténtica bomba terrorista.