Locademia de conductores

Un grupo de pésimos conductores con infracciones de tráfico es obligado a realizar un cursillo para mejorar sus habilidades al volante y el cumplimiento de las normas de circulación. El responsable de impartir las clases, el oficial Halik, es un duro agente de Policía que eleva la dificultad de las pruebas hasta límites imposibles de superar. La razón que explica este comportamiento es un acuerdo secreto que tiene con la juez para procurar que ninguno de los infractores apruebe el cursillo. El plan tiene como objetivo embargar los vehículos de los alumnos para su posterior subasta y ganar dinero con estas prácticas corruptas. Uno de los alumnos, Dana Canon, se entera los planes de Halik e intenta encontrar el modo de desactivar el complot, para lo que decide aliarse con el resto de compañeros de clase.