Crítica de SensaCine.com para Billy Madison: Un Sandler primerizo

'Billy Madison' supuso el segundo papel protagonista de Adam Sandler tras 'Going Overboard' y tras una serie de pequeños papales en películas más o menos olvidables, como la propia 'Billy Madison'. En ella nos encontramos con un Sandler soez e irreverente en la piel de un joven que no sabemos si es un borracho, un caradura, un idiota o que simplemente se ha dado un golpe en la cabeza y ha quedado así. Pero no importa demasiado: 'Billy Madison' parece más bien un campo de pruebas para el Sandler, para ir construyéndose como actor y como cómico a base de unas características que, ya en esta seminal 'Billy Madison', pueden considerarse tan extremas que o se odian o a se adoran (también, evidentemente, queda la opción intermedia y a la larga más saludable en todo, de que de un poco igual). Y así, casi veinte años después, 'Billy Madison' apenas interesa. En realidad, la carrera de Sandler en los noventa tan solo parece relevante en sus papeles en películas de Dennis Dugan (por la longevidad de su colaboración) o en 'El aguador', aunque fuese entonces cuando creciera como cómico.

'Billy Madison', además, presenta el grave problema de una constante indefinición que en ciertas ocasiones puede ser positiva pero que, en esta en concreto, se alza como un lastre al no saberse si estamos ante una película para niños, para adolescentes, para adultos... los chistes en ocasiones parecen muy infantiles, pero en otras son demasiado irreverentes para ellos. En esa zozobra, el espectador se encuentra entre momentos hilarantes, por absurdos más que por cómicos, y otros que producen sonrojo por su infantilismo. Y así, la película no avanza y se estanca en un completo sinsentido.

A favor: Guste o no, Sandler.

En contra: Su indefinición.