Mis locos vecinos

Earl Keese es un tipo común, algo entrado en carnes y que ronda la mediana edad. Está casado con Enid y tiene una hija adolescente, Elaine. Su vida es pacífica y no suele tener demasiados cambios. Se diría hasta excesivamente monótona. Cuando Vic y Ramona, una pareja joven, se muda junto a la casa de los Keese, las cosas empiezan a saltar por los aires. Earl empieza a sentir una furia interior a raíz de la vitalidad y fortaleza que Vic manifiesta y la inteligencia y atractivo de Ramona le ponen realmente nervioso. Se siente frustrado y no puede controlar esa ira interior, que además no quiere compartir con nadie, pues no podría justificarla con argumentos demasiado razonables. Enid y Elaine no le sirven tampoco de gran ayuda. La escalada violenta irá yendo a más, pero en realidad Earl no está sabiendo ver que son los momentos más emocionantes que ha vivido en años.