Sleeping dogs

En el mismo momento en el que Smith descubre que su mujer se ha liado con su mejor amigo decide abandonar la ciudad donde siempre ha vivido y a su familia, en Nueva Zelanda, para irse a vivir lejos, hasta la península de Coromandel. Mientras tanto, las tensiones políticas se incrementan exponencialmente en el país debido a un embargo de petróleo que sume a la nación en una crisis energética.

La idílica vida de la que disfruta Smith, ajeno a todo, se verá truncada cuando explota una bomba en un pueblo cercano y la policía lo detiene al encontrar un alijo de armas ilegal, acusándolo de ser el líder de la guerrilla. Cuando consigue escapar, el protagonista se verá obligado a tomar partido por uno de los dos bandos, optando por el bando rebelde, con la intención de vengarse de su injusto arresto y de las torturas a las que se ha visto sometido durante el interrogatorio.