El narcotraficante Ramón Cota controla el negocio de la cocaína. Sus mercancías entran diariamente en Estados Unidos. Scott McCoy (Chuck Norris) vuelve a la carga en esta secuela, intentando llevar, junto a su amigo Bobby Chávez, a Cota ante la Justicia, pero elude pasar por la cárcel al pagar fácilmente su fianza, escapándosele de las manos. Chávez, indignadísimo por esta decisión, es capturado por las fuerzas de Cota y, posteriormente, asesinado. Cota, por su parte, ha llegado a secuestrar a tres compañeros de la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas (D.E.A.). McCoy volverá a reunir a los Delta Force para rescatar a los rehenes y acabar de una vez con la tiranía de Ramón Cota.