Anacondas: La cacería por la orquídea sangrienta
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Elvis Del Valle
Elvis Del Valle

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4,0
Publicada el 25 de abril de 2025
No hay que ser un experto para saber que las primeras dos películas de esta saga no han tenido el valor que se merecían. La primera película fue un innegable éxito comercial que ayudo a que se diera luz verde a una secuela. Esta segunda película tampoco fue bien valorada en su momento, pero eso es porque la gente carece de la capacidad necesaria para valorar una película correctamente. La secuela de Anaconda está a la altura de su predecesora y duplica el nivel de aventura e intriga. Como en la primera película, esta es una historia de aventura donde los personajes emprenden una búsqueda en la selva, pero esta vez el tesoro es la orquídea que puede prolongar la vida. La aventura toma lugar en Asia y no en Sudamérica como en la película anterior. Lo curioso es que las anacondas de la película son originaria de Sudamérica, mientras que en la isla de Borneo hay pitones en su lugar. Puede que las serpientes de esta película sean en realidad pitones y Bill Johnson las confundió con anacondas, ya que se parecen un poco. Se trata de una historia derivada y la única conexión que tiene con la película anterior es cuando Cole confirma con sus propias palabras que conoció a uno de los supervivientes de la primera película. Eso demuestra que ambas películas están en un mismo universo y aunque parezca en parte un reciclaje, esta secuela es una muy buena película. Tiene ese sentimiento de aventura e intriga que tiene la primera película. La búsqueda que los expedicionistas emprenden es bastante tensa por como deben enfrentar a la jungla y la situación se intensifica más por como Jack Byron está dispuesto a sacrificar a sus compañeros solo para obtener la orquídea. Siempre usa el argumento de que es por el bien de la humanidad, pero se nota que su único interés es el dinero que puede ganar con el descubrimiento. Eso lo vuelve un personaje traicionero bastante creíble como el carismático Jon Voight. El peligro de la jungla se siente bastante real y eso hace que la película ofrezca una prometedora aventura llena de peligros y emociones. Las anacondas no son el objetivo principal como en la primera película, pero son el mayor obstáculo que los expedicionistas van a tener que enfrentar. El lore de estas anacondas va muy ligado a los poderes de la orquídea que no solo extiende la vida, sino que cumple un rol en la omnipotencia de estas criaturas. No hay mención al mito de las anacondas que se ha mencionado en la primera película, pero aquí actúan como si fueran tanto depredadores feroces como guardianas del camino que conduce a la orquídea. La figuras talladas en piedra que los expedicionistas encuentran en la aldea abandonada es una clara señal de que los nativos del territorio también tienen su propio mito acerca de las anacondas y la orquídea. La película no da detalles sobre eso, pero deja una idea bastante breve que se puede resolver fácilmente teniendo en cuenta lo visto en la película anterior. Las anacondas fueron diseñadas con CGI dejando de lado el diseño animatronico de la primera película, pero estas anacondas lucen más grandes y se sienten más poderosas. Aquí las anacondas son unos monstruos colosales que funcionan perfectamente como obstáculos para nuestros protagonistas. Supieron duplicar el potencial de las anacondas como monstruos amenazantes y acaban siendo muy buenas representaciones sobre los peligros de la jungla. Anacondas: The Hunt For The Blood Orchid es una estupenda secuela y una prometedora película de aventuras que brinda emociones aseguradas. Mi calificación final para esta película es un 8/10.
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