Los actores Blanchard Ryan y Daniel Travis pasaron más de 120 horas dentro del agua durante las grabaciones, que se hicieron durante los fines de semanas y festivos y duraron alrededor de 6 semanas, contando con un equipo técnico que tenía dos o tres integrantes.
Los actores tuvieron que superar algunos retos, como por ejemplo, rodar algunas escenas desnudos o rodar en el agua junto con tiburones verdaderos.
Está basada en una historia ocurrida en 1998 y publicada en varias revistas y boletines de submarinismo y trata sobre una pareja que acaba abandonada en medio del Océano durante un viaje. Se cambió el nombre de los personajes y se llevó la historia sin ningún tipo de ligación con las personas que tuvieron el incidente.