Crítica de SensaCine.com para Pintar o hacer el amor: Carpe diem en la campiña fancesa

Los hermanos Larrieu, raras avis en su país de origen, Francia, y directores de poderosísima personalidad, ofrecían aquí su película más accesible, aunque no por ello exenta de sus marcas de autoría. En ella, la pareja de directores retrata la fragilidad de las relaciones sentimentales estableciendo las complicaciones derivadas de un hipotético cuadrilátero amoroso entre un matrimonio de mediana edad y de raíces burguesas (interpretado por unos excelentes Sabine Azema y Daniel Auteuil) y otro más joven y desinhibido (Sergi Lopez y Amira Casar), que les introducirán en una complicada red pasional en la que los cuatro aprenderán a dejarse llevar por sus instintos más primitivos olvidándose por completo de las convenciones prestablecidas.

Los Larrieu son expertos en dibujar relaciones excéntricas entre sus personajes, y de nuevo aplican aquí su filosofía epicúrea y hedonista, siempre pasado por el filtro de su particular humor, entre lo costumbrista y lo irreflexivo. Un trabajo armónico y profundamente libre, que se abre como la propia mente de sus personajes.

A favor: Los cuatro actores.

En contra: Su tono puede hacerla pasar por convencional, cuando no lo es en absoluto.