Crítica de SensaCine.com para Déjate llevar: A la medida de Banderas

En su primera y, por ahora única, película, 'Déjate llevar', Liz Friedlander dirigió a Antonio Banderas en un producto basado en su presencia y en su profesionalidad como actor y como bailarín. 'Déjate llevar' toma el modelo de las películas con profesor talentoso y esmerado en sacar hacia delante a un grupo de alumnos díscolos mediante el baile de salón con toques de hip hop más mundanos y cercanos para los chicos.

Así, Friedlander divide la película entre el baile y el drama humano de unos jóvenes cuyas vidas son un refrito continuo de otras tantas películas. Las secuencias de baile y la relación entre Banderas y los jóvenes funcionan medianamente en 'Déjate llevar', no así toda la parte en la que se explica las vidas de los muchachos, llena de lugares comunes y tópicos. En esto, y en casi todo lo demás, 'Déjate llevar' no aporta nada, aunque posee el típico aspecto de la película honesta que cree en sí misma y que entrega con sinceridad una historia con la simpleza necesaria para que pueda disfrutarla cualquier persona. Pero esa honestidad no es suficiente, porque Déjate no solo carece de originalidad en su planteamiento, también anda escasa de imaginación visual por parte de Friedlander.

A favor: Banderas.

En contra: La simpleza en todos los aspectos de Déjate llevar.