Crítica de SensaCine.com para El niño: Los hijos de Europa

Los hermanos Dardenne volvieron a ganar la Palma de Oro del Festival de Cannes con esta película en torno a una joven pareja de desheredados de la Europa del bienestar que han de asumir la responsabilidad de ser padres cuando ni siquiera han aprendido todavía a ser adultos.

Tras las más crudas Rosetta y El niño, los hermanos belgas, sin abandonar su particular estilo (cámara en mano, movimientos nerviosos, montaje abrupto), evolucionan su mirada para desembocar en un meandro algo más permeable a la serenidad emocional. Lo que sigue intacto es su voluntad de radiografiar la cara más amarga de la sociedad europea, cuando todavía no existía la crisis económica pero ya comenzaba a indicar los primeros síntomas de podredumbre en su seno. También perviven los personajes indefensos frente a las condiciones externas, los jóvenes desarraigados e inmaduros que, en este caso, han de aprender en un tiempo récord todo lo necesario para sobrevivir en un mundo fagocitador.

A favor: La relación entre la pareja protagonista, dura y tierna al mismo tiempo.

En contra: Que haber ganado dos veces tan seguidas los directores la Palma de Oro, juegue en su contra.