Película basada en la obra de teatro del mismo nombre, escrita por Federico García Lorca, que narra las vivencias de una familia de la España profunda de principios del siglo XX. Bernarda Alba (Irene Gutiérrez Caba) tiene 60 años y acaba de perder a su segundo marido. La tradición dice que toda la familia del fallecido debe guardar un periodo de luto para respetar la memoria del difunto. Bernarda vive con sus cinco hijas: Angustias (Enriqueta Carballeira), Magdalena (Aurora Pastor), Amelia (Mercedes Lezcano, Martirio (Vicky Peña) y Adela (Adela). La férrea disciplina de la madre somete a las hijas a una vida de clausura continua en la que no hay lugar para ningún tipo de entretenimiento o vida social. Algunas de ellas son adultas y se han resignado, pero las más jóvenes están en edad de descubrirse a sí mismas. La situación se descontrola cuando aparece en el pueblo Pepe el Romano (Álvaro Quiroga), que parece tener la intención de desposarse con Angustias. No parece ser la única mujer que ha sucumbido a los encantos de tan apuesto caballero.