El film de Roberto Rosselini tiene lugar en Roma, después de la II Guerra Mundial. La familia Girard, de origen estadounidense, tiene que separarse porque el progenitor marcha a la guerra. La madre, Irene, y su hijo, Michel, pasan mucho tiempo juntos entonces, refugiándose de los peligros bélicos.
Una vez que acaba la guerra, George Girard regresa a casa, un hogar burgués y acomodado que comparte con su hijo y esposa. El pequeño despierta cierto sentimiento de abandono e intenta llamar la atención de sus padres continuamente, sobre todo la de su madre. Un día, Irene, que estaba encargándose de los preparativos de una cena, no atiende la llamada de su hijo y éste sufre un accidente que lo lleva al hospital y más tarde a la muerte.
El sentimiento de culpabilidad de la madre hace que se involucre mucho más en problemas que sufre la gente de su alrededor. Así, ayuda económicamente a una familia que no puede evitar la muerte de su hijo por falta de recursos y también a una joven enferma de tuberculosis.
Su marido la nota cada vez rara. Ignora que Irene se está educando además en el pensamiento comunista y confunde sus visitas a un amigo comunista con infidelidades, algo que le hará enloquecer y querer el internamiento de su mujer en un centro.
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