Hiroshi Teshigahara convirtió en el primer director japonés nominado a un Oscar gracias a esta película.
Eiji Okada improvisó gran parte de la escena de la primera cena.
Kyôko Kishida y el director Hiroshi Teshigahara tuvieron una serie de diferencias artísticas sobre la película, que van desde la manera de vestir del personaje de Kishida a la importancia simbólica de ésta.