Crítica de SensaCine.com para ¡Átame!: La pasión según Almodóvar

Tras el éxito cosechado en todos los niveles por Mujeres al borde un ataque de nervios, su director, Pedro Almodóvar, tenía complicado el entregar una película que se acercara a su éxito anterior. Así, dos años después, en 1990, entregó Átame!, película con la que intenta hacer más íntimo, de aspecto incluso pequeño, sometiendo la narración, como en su anterior obra, a un simple escenario durante casi todo el metraje pero, en esta ocasión, a dos personajes principales, interpretados por Victoria Abril y Antonio Banderas, y una serie de secundarios que pululan en pantalla sin una presencia demasiado resaltable.

Y así, el cineasta construye una película sobre la pasión y la obsesión que deviene en una mirada excesivamente desaforada, exagerando hasta el extremo todas y cada una de las situaciones, con diálogos imposibles y situaciones inverosímiles. Y parte de todo esto conlleva cierto encanto si no fuera porque es imposible tomarse demasiado en serio Átame!, pero tampoco en broma. Es decir, que es complicado posicionarse ante ella

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A favor: La fuerza de la interpretación de Victoria Abril.

En contra: Que es demasiado desaforada.