La Segunda Guerra Mundial acaba de concluir. El doctor Bernhardt trata de mantener buenas relaciones con los pasajeros de las "naciones aliadas" que viajan a bordo de su mismo tren, pero no le será nada fácil por el hecho de ser alemán. Cuando se retira a su compartimento, se produce el repentino estallido de una bomba que provoca su muerte. Al resto de pasajeros se les interroga en la siguiente parada, Frankfurt, y es allí donde se enteran de que en realidad el fallecido es uno de los guardaespaldas del médico. Bernhardt se había hecho pasar por otro pasajero. A los enemigos del doctor la frustración no les dura demasiado, pues enseguida les informan de que le han secuentrado en una concurrida estación ferroviaria a plena luz del día después de que tuviera un encuentro con Walther, un viejo amigo íntimo.
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