En la Pasadena de los años 80, una funeraria familiar cae en la corrupción bajo la dirección de David Sconce. Movido por la ambición, transforma el negocio en una operación sin escrúpulos, explotando a familias en duelo y profanando cuerpos con prácticas poco éticas para aumentar las ganancias.
La traición a la confianza pública muestra un lado oscuro del negocio funerario, donde el respeto por los difuntos es reemplazado por una fría búsqueda de beneficios.