La trashumancia del ganado ovino fue clave en la economía y cultura de nuestro país durante siglos. Sin embargo, hoy enfrenta serias amenazas: la caída del valor de la lana, la falta de relevo generacional y una creciente burocracia.
Esta ancestral y heroica práctica, que moldeó paisajes y tradiciones, se encuentra en riesgo de desaparecer si no se toman medidas urgentes para su protección y valorización.