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A finales de los años 70, los agentes del FBI Holden Ford (Jonathan Groff) y Bill Tench (Holt McCallany) comienzan a investigar sobre asesinos en serie y psicópatas. Se unirá a ellos la doctora Weny Carr (Anna Torv) para clasificar a estos sujetos. Desarrollan sus perfiles psicológicos para poder atraparles con más facilidad. Sus jefes no están de acuerdo con su estudio, ya que implica entrevistas personales con violadores y asesinos.
Esta temporada fue estrenada el 13 de octubre de 2017 y cuenta con 10 capítulos.
Esta temporada fue estrenada el 13 de octubre de 2017 y cuenta con 10 capítulos.
10 episodios
Emitida desde:
13 de octubre de 2017
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Netflix
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Excepcional muestra de cine negro contemporáneo de la mano del siempre solvente David Fincher, en la que se nos retratan los inicios de los estudios del FBI del perfil que hoy conocemos como "asesino en serie". Trabajo de una factura totalmente cinematográfica y con unos personajes absolutamente bien dibujados y psicológicamente muy creíbles. Una historia llena de intriga y que atrapa la curiosidad del espectador prácticamente desde el principio.
1 Crítica de usuario
El agente especial del FBI, Holden Ford, había fallado en su última misión, en 1977. Sin embargo, cuando este regresa a la base de la agencia, le confirman que su procedimiento ha sido fantástico. Deseando ampliar su conocimiento en el estudio de la mente criminal, Ford se alía con Bill Tench, un agente veterano. Juntos, trabajan en un caso de asesinato de una forma distinta a cómo ambos oficiales habían trabajado previamente.
Tench y Ford llegan a San Francisco con el objetivo de interrogar a Charles Manson. Sin embargo, la policía local niega a los agentes el acceso al famoso asesino y les ofrece la posibilidad de hablar con Edmund Kemper, su cómplice. A pesar de que Tench se niega a interactuar con Kemper, Ford decide visitarle. Para su sorpresa, este resulta ser un hombre carismático y con muchas cosas que decir. Por otro lado, una mujer y su perro han sido misteriosamente degollados.
Mientras siguen investigando el caso, Ford y Tench visitan al doctor Wendy Carr, un profesor de ciencias sociales de Boston, con el objetivo de acabar conociendo a Franklin Miller. Su intento resulta infructuoso, sin embargo. Por otro lado, los casos de madres y perros degollados siguen sucediéndose. Esto, junto al testimonio de Kemper, hace que Ford sitúe al sospechosos como un hombre de 30 años, blanco y con una relación turbulenta con su madre.
Ford y Tench entrevistan a Montie Risell, un asesino en serie que podría tener rasgos comunes con el sujeto que tratan de identificar. Risell es algo menos sofisticado que Kemper, pero comparte la aversión por su progenitora. La diferencia reside en el método: Risell mata por cuestiones como que su víctima no se resiste a una violación o que habla mucho. Por otro lado, los agentes piden ayuda a Wendy Carr para poder clasificar a sus sujetos.
Los agentes se trasladan a Pennsylvania para seguir investigando el caso del asesinato de Beverly Jean. El primer interrogado es su prometido, Benjamin "Benji" Barnwight. El hombre comienza a llorar desconsoladamente delante de los oficiales, lo que levanta las sospechas de Ford. Sin embargo, la investigación da un giro brusco cuando la madre de este menciona a Frank Janderman, el cuñado de Benji.
Shepard ofrece a Wendy una oferta bastante interesante para la agente: la posibilidad de que esta entre a formar parte del FBI, como consultora a tiempo completo. Sin embargo, esta tiene mucho que sopesar. Por su parte, los agentes establecen la hipótesis de que Benji, Rose y Frank se aliaron para poder acabar con la vida de Beverly Jean.
Tench y Ford se trasladan a la prisón del Estado de Oregón para hablar con Jerry Brudos. Brudos es un asesino en masa que admite tener un fetiche por los zapatos. Estos deciden comprar un par para hacerle hablar. Por otro lado, el comportamiento de Brian en la escuela no ha hecho más que empeorar, por lo que sus padres deciden contratar a una niñera que descubre una fotografía muy reveladora.
Ford y Tench entrevistan a Richard Speck, un asesino en serie que se niega a colaborar. Gracias a su insistencia, Helden consigue encontrar el punto débil del criminal o, al menos, eso es lo que piensa. Por su parte, la unidad desvela que una niña de 12 años a sido asesinada, de forma brutal, en Georgia.
Ford consigue, gracias a su metodología única, conseguir una confesión por parte de un Kemper que se ofrece voluntario a hablar con el FBI. Sin embargo, estas intenciones no resultan ser desinteresadas y la euforia del agente por su éxito se vuelve contra él, de forma cruel. Este giro de los acontecimientos afecta al agente tanto en su vida profesional como en su recién arreglada vida personal.
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