Después de la corta saga que fue protagonizada por Antonio Banderas, el legendario Zorro no ha vuelto a ser mencionado por un largo periodo, a excepción de la serie animada Zorro, Les Chroniques. Lo cierto es que el personaje ya estaba empezando a ser olvidado, pero esta producción española se encargó de traerlo de regreso. Analizando primero el lado positivo, la serie tiene un par de aciertos con la forma en que cuenta esta nueva versión. No es fácil dejar de pensar en la serie de Guy Williams o las películas de Antonio Banderas cuando se trata de Zorro. Este personaje tuvo varias encarnaciones, pero muchas no llegaron a ser tan conocidas como las dos versiones mencionadas. Así que esta serie presenta una versión mucho más propia que renueva el lore del personaje y ha acertado en unas cuantas cosas. Que esta serie sea una producción española es bastante favorable porque hace que el lore de Zorro se aferre bastante a sus raíces culturales. Eso se refleja en el escenario y los personajes. Hay una variedad de personajes con distintas nacionalidades y la forma en que interactúan se siente muy natural. Dado la época y el periodo de tiempo en que transcurre la serie, supieron respetar la autenticidad del periodo que tuvo California en el siglo XIX. La serie tiene varios elementos que en términos históricos están muy bien y le dan autenticidad. A la imagen de Zorro le dieron un simbolismo basado en las creencias nativas y eso es algo que le da mucho más potencial al personaje. La aparición de un zorro negro fortalece muchísimo este enfoque místico que enriquece la imagen del personaje. El misticismo nativo hace que la serie parezca estar usando la misma fórmula que Disney uso en The Lone Ranger. Esta versión de Zorro termina ampliando más el lore del personaje y dar un enfoque más aferrado al western. El aspecto visual recuerda a la adaptación cinematográfica que se hizo de Lucky Luke en 2009. La iluminación y los colores son muy pintorescos, y parecen sacados de Suspiria cuando son usados en las escenas nocturnas. Es una serie que está bien producida y podría ser lo mejor que se pudo haber hecho del querido Zorro. Diego De La Vega tiene un buen trasfondo y hay un buen desarrollo en su búsqueda por descubrir la verdad sobre la muerte de su padre. Nada más eso le interesa al inicio, pero tras ponerse la máscara va encontrando el camino del héroe. Diego va demostrando que es alguien digno de ser Zorro. Eso desata el conflicto con Nah-Lin porque ella piensa que es digna de portar el manto de Zorro, pero está corrompida por la venganza. Ella ve a todos los ricos como personas malas y piensa que eso justifica sus acciones. Nah-Lin es un personaje que contribuye al enfoque social de la serie sobre el conflicto que hubo entre los nativos y los nuevos habitantes del continente americano. Diego y Nah-Lin son los personajes más interesantes que mueven la serie. Los demás personajes contribuyen con lo suyo, aunque hay algunos que dejan algo que desear. Bernardo no decepciona y duplicaron la apuesto al incluir a Mei como la ama de llaves de Diego. Lolita tiene bastante carácter y tiene la energía de una mujer fatal, pero no es un personaje muy empatizable. A diferencia de otros personajes femeninos de las versiones anteriores, Lolita no convence mucho como intereses amoroso de Diego. Se entiende que ella está enojada porque Diego se había marchado hace tiempo, pero su actitud tendría que haber sido un poco más ligera. Monasterio es otro personaje destacable porque empieza a dudar del autoritario gobierno de Pedro Victoria y Monasterio es alguien que cree en la justicia. Pedro Victoria es un antagonista muy prometedor y está bien llevado a cabo. Es alguien que merecía tener un enfrentamiento mano a mano con Zorro, aunque después es dejado de lado para dar lugar a El Clan Del Oso. Esta organización también hace un buen rol antagónico, pero debieron haberla dejado para una siguiente temporada en vez de reservarlos para los últimos episodios de la temporada. Irina Ivanova y Tchang tienen potencial para ser rivales de Zorro. Nada más son dejados en un plano menor porque se nota que tienen grandes planes a futuro. Estos personajes dejan la expectativa de que una gran batalla le espera a Zorro. La serie toma su tiempo en narrar todo, así que al inicio es lenta. Pero va ofreciendo momentos claves para lo que va a suceder y no tienen desperdicio una vez que se llega a la mitad de la temporada. Hay situaciones que nada más ocurren por demasiada casualidad o por orden del guion. Algunas cosas pueden parecer inverosímiles, pero no tanto como el giro que hay con Monasterio en el último episodio. El ritmo mejora a la mitad de la primera temporada y el final de esta deja una expectativa muy alta. Aún quedan cabos sueltos por resolver y dejan un fuerte deseo de saber cómo continua la serie. Tiene sus defectos y con algunos arreglos podría haber sido una de las mejores entregas de Zorro. Solo se puede decir que esta versión de Zorro está bien, tiene buena narrativa y reinventa de manera acertada al personaje. Se le puede dar una oportunidad y nada más hay que tenerle paciencia. Mi calificación final para esta temporada es un 7/10.