Eduardo vuelve a Rabo de Peixe tras tres meses y descubre que todo ha cambiado. La droga está en nuevas manos, las lealtades tambalean y el grupo de amigos se enfrenta a amenazas inesperadas. Mientras los vínculos se tensan, surge una nueva oportunidad de negocio que podría ser su última jugada… o el inicio de un nuevo ciclo.