En 2013, un equipo de Greenpeace protestó pacíficamente contra las perforaciones petrolíferas rusas en el Ártico, sin imaginar que serían arrestados por comandos armados y usados como piezas en la estrategia geopolítica de Putin.
El documental narra, con testimonios exclusivos de los "30 del Ártico", cómo estos activistas se enfrentaron la represión del Kremlin y, con apoyo internacional, convirtieron su lucha en un símbolo de resistencia ecologista y victoria contra el autoritarismo, defendiendo el planeta bajo extrema presión.