Esta segunda temporada comienza con Mary Shannon despertando de un sueño reparador, sintiéndose sorprendentemente bien a pesar de su terrible última experiencia: fue drogada, secuestrada y casi asesinada a manos del maníaco Spanky. Aun así, la actitud de Mary es más cercana a qué bueno es estar viva que a al síndrome de estrés post-traumático.