Mentes Criminales: conducta sospechosa: episodios de la temporada 1

Un grupo de agentes especiales de élite trabajan como analistas del comportamiento en el FBI. Sam Cooper, agente con larga experiencia, volverá al FBI después de ocho años como jefe de esta unidad especial.

El equipo viaja a Cincinnati para atrapar a un asesino cuyas víctimas son hombres de negocios solitarios en hoteles de lujo.

Cooper y su equipo acudirán a la llamada del departamento de Policía de Tucson para ayudarles a capturar a un asesino en serie con macabros rituales.

Un francotirador está disparando indiscriminadamente a gente por las calles de Chicago. El equipo de la Célula Roja viajará al lugar de los hechos para intentar dar con el asesino.

Un padre de familia, deprimido tras la muerte de su mujer, decide acabar con la vida de sus tres hijos como muestra de felicidad eterna. El fin de este sufrimiento tendrá como punto de origen el hospital en el que falleció su mujer, minutos antes de dar a luz a su cuarto hijo.

Un joven con problemas de esquizofrenia decide matar a su padre después de que éste le abandonase a él y a su hermana cuando eran niños. El suicidio de su hermana será el desencadenante del odio que siente el joven por su propio padre.

El aparcamiento de una discoteca será el escenario de un nuevo crimen al que se enfrentará el equipo de Cooper. Un asesino atípico, desconocedor de la felicidad y con serios problemas desde la infancia, acaba con la vida de varias prostitutas de la ciudad de Illinois. El perfil del asesino dificultará las pautas de la investigación, ya que éste no parece encajar en los patrones con los que el equipo ha trabajado hasta ahora.

El equipo de Cooper se traslada a Oklahoma para resolver una serie de asesinatos que han conmocionado a la ciudad. Un encapuchado armado únicamente con un bate de béisbol y con serios problemas mentales acaba con la vida de tres personas en apenas una semana. Un descuido del asesino será clave para la resolución del caso.

Un adolescente siembra el pánico en la ciudad de New Hampshire tras haber asesinado y posteriormente mutilado a tres mujeres. El origen de este comportamiento se remonta a su infancia marcada por abusos sexuales por parte de su madre.

Un fallo judicial condena a una joven a pasar diez años en el corredor de la muerte. La jueza decide reabrir el caso para dictar sentencia firme, y para ello pide ayuda al FBI. Cooper se trasladará a Los Ángeles para estudiar las pruebas de los asesinatos, así como el perfil de la acusada. Tras la revisión, el caso de esta condenada a muerte dará un sorprendente giro que conmocionará a la sociedad.

La hija de un reputado político norteamericano es secuestrada en extrañas circunstancias. Durante la investigación, el equipo de Sam Cooper descubre que tras este suceso se esconde una red de proxenetas, procedentes de Europa del Este, que se dedica al comercio de mujeres para su explotación sexual.

Cooper y su equipo intentan detener a un asesino que destroza y desfigura las caras de sus víctimas. Los agentes se desplazarán a Cuántico (Virginia) para establecer una conexión entre estos crímenes con un hombre acusado de abusar de su hija.

La ciudad de Dallas será el escenario de la investigación más difícil a la que tendrá que enfrentarse Cooper y su equipo. Una serie de asesinatos ocurridos a plena luz del día pone en jaque a la unidad del FBI. La victimología del asesino dará un repentino cambio, tras descubrir que existe la posibilidad de que haya más de un homicida.