Pocos concursos de televisión hay tan míticos como Pasapalabra. En emisión desde el 24 de julio del año 2000, este espacio televisivo ya ha cumplido más de 20 años en antena -con sus más y sus menos y sus cambios de cadena-. En todo este tiempo, hay un exclusivo grupo al que solo han podido acceder siete concursantes.
Se trata del 'Club de los 100', un reducido grupo al que solo entran los concursantes que han conseguido el récord de permanencia de 100 programas. A día de hoy, está formado por estos miembros: Pablo Díaz (260 programas), Fran González (168), Antonio Ruiz (126), Jero Hernández (121 y 120 programas, en sus respectivas apariciones), Orestes Barbero (119), David Leo García (109) y, el último, Jaime Conde (102).
Antena 3
Pertenecer a este club también significa ser uno de los que más dinero ha ganado en el concurso si dejamos el bote a un lado, ya que el vencedor de El Rosco en cada programa se lleva 1.200€ y la posibilidad de poder optar al premio gordo en una nueva prueba. No hablamos del bote que aumenta cada programa, sino del 'salario' que reciben los participantes cada vez que concursan. Si hay un empate, se reparten el dinero y se llevan a casa 600€.
El salario por programa tiene algo de truco, ya que si resultan ganadores del bote, pierden todos esos 1.200€ acumulados día a día. Tampoco creo que les importe, ya que los premios del rosco cubren de sobra esa cantidad. Los famosos que acuden a Pasapalabra tienen su propio sueldo y pueden recibir entre 1.000 y 3.000€ por acudir al concurso. Esta cifra es por grabar varios programas en el mismo día, es decir, normalmente supone rodar tres entregas en un mismo día.
A pesar de haber estado en antena más de dos décadas, Pasapalabra sigue siendo imbatible. El pasado martes 14 de enero registró una vez más el minuto de oro del día con 3.270.000 espectadores a las 21:04 horas. Aunque la prueba reina sigue siendo El Rosco, donde los concursantes luchan para llevarse el bote y la que siempre mantiene a los espectadores pegados a la pequeña pantalla, también hay mucha tensión en la Silla Azul, la prueba inicial.