
La casa de empeños es uno de los 'realitys' más conocidos a nivel internacional. Son muchas las adaptaciones que han intentado simular el éxito, pero no hay ninguna como la original porque cautivar a la audiencia simplemente con ver pujar por objetos no es tarea fácil. La tienda de los Harrison tiene los ingredientes perfecto para que enganchar al público: unos carismáticos protagonistas a los que se añade el trabajo de los responsables del formato de History Channel en cuánto a investigación y preparación de cada episodio.
El programa, emitido por Mega en España, nos muestra el interior de una famosa tienda de empeños ubicada en Las Vegas. Un local al que suelen llegar extraños objetos de gran valor, como los bocetos del libro 'Donde viven los monstruos' y que se convirtió en el más caro del formato. Incluso "porno japonés de doscientos años de antigüedad" o cráneos humanos han pasado por el negocio familiar de los Harrison.
Estos peculiares artículos y la forma de pujar por ellos son las claves del éxito de La casa de empeños. Sin embargo, lo que se muestra en cámara no es la realidad al cien por cien. 'Gold & Silver Pawn Shop' existe en realidad en Las Vegas, pero lo que vemos en el programa no es el día a día del negocio. De hecho, el vendedor no es un extraño para los productores y mucho menos su aparición allí es espontánea.

Cómo eligen qué artículos emitir en 'La casa de empeños'
El veterano gerente de la tienda, Travis Benton, contó a Las Vegas Review-Journal que sus empleados "detectan artículos únicos y los muestran a los productores, quienes deciden si son dignos de ser emitidos". Así es como comienza el proceso de selección de objetos y vendedores a los que Rick Harrison, Corey Harrison y Chumlee se enfrentan.
"Una vez que un artículo se considera 'posible material de televisión' su vendedor recibe formación sobre cómo actuar frente a la cámara. Algunas personas tienen un gran artículo para vender, pero parecen nerviosas al rodar. Pueden ser necesarios varios intentos para hacerlo bien, dependiendo de la persona...", afirma otro empleado, Rocco Landi. De hecho, el trabajador señala que, aunque "no sucede a menudo", algunos artículos se quedan fuera por la inexperiencia del cliente frente a la cámara.
De hecho, el productor Brent Montgomery admitió que la puesta en escena va más allá. En una entrevista con Odyssey, el responsable afirmó que tienen "guionistas realmente inteligentes para alimentar a los protagonistas con información". De esta forma, los compradores adquieren objetos que de otro modo no comprarían si no estuvieran haciendo el programa. Y un claro ejemplo de ello son los cráneos humanos que hemos mencionado en estas primeras líneas.
Además, Montgomery reconoció que el equipo de producción negocia previamente los precios con los vendedores antes de la grabación. La razón no es otra que "asegurarse de que estas personas realmente vendan el material a un precio razonable; de lo contrario, solo intentarán aparecer en la televisión". Algo lógico, pero que quita algo de magia a La casa de empeños al quedar sus míticas pujas en algo falso.