Jesús Calleja era un niño cuando jugaba en el molino de Fresno de la Vega a que era un astronauta y viajaba al espacio. Décadas después, ya con 59 años, se ha convertido en el tercer español en viajar oficialmente más allá de la línea de Kárman. "Me colapsé de emoción, recuperé mi sueño de niño, en el que he trabajado para llegar hasta aquí. Pensé que estaba cayendo humedad del aire acondicionado porque vi una gota que venía flotando y eran mis propias lágrimas. Estaba tan emocionado... incluso te estoy hablando ahora mismo y no quiero ni seguir porque si no me vuelvo a emocionar", ha declarado el leonés en un encuentro con la prensa al que ha asistido SensaCine tras su aterrizaje en la Tierra. "La reentrada entera ha sido una emoción continua y cuando he llegado abajo digo: 'venga, Jesús, ponte firme, no me puedes hacer esto, te está viendo mucha gente. Venga, sal con compostura'. Imposible. Según vi a mi hermano y me preguntó la periodista, no sé si era periodista o no sé quién era, pues volví otra vez a entrar en shock de emoción, que es muy bonito".
Lo ha conseguido gracias a Paolo Vasile, ex CEO de Mediaset España. Fue él quien le prometió a Calleja que volaría al espacio y, aunque ya no trabaja en la cadena, el proyecto que idearon entre Prime Video y Mediaset se ha hecho realidad años después. "Soy muy cabezón, cuando se me mete algo entre ceja y ceja lo consigo. Al final es una pequeña historia de la comunicación y especialmente de la televisión, porque es la primera vez en la historia que se hace televisión en el espacio", celebra Calleja.
Para ello, el presentador ha tenido que viajar a Estados Unidos y recibir entrenamiento especializado para la aventura espacial. Tenía que estar listo para el plano más físico del reto. "Cuando sientes las fuerzas G, parece que te estás desarmando. Yo peso 60 kilos y he llegado a pesar 300 y pico kilos por las fuerzas G", explica.
Es una tecnología tan sumamente avanzada que las naves convencionales requieren de un entrenamiento muy fuerte para poder irte al espacio. Sin embargo, aquí, en tres días de entrenamiento, puedes vencer las fuerzas por el diseño de la nave y la forma en que la han hecho
En realidad el entrenamiento de Calleja venía de antes, puesto que está acostumbrado a lidiar con su propio miedo y a gestionar situaciones de tensión máxima. "Tengo la ventaja de que toda mi vida y vida profesional, desde los 20 años cuando trabajaba ya de guía en el Himalaya, me he ido adiestrando para situaciones complejas, difíciles. Entonces, soy un buen gestor del riesgo y el riesgo y el miedo siempre es bueno porque el miedo te hace no cometer errores, pero lo importante es no entrar en el pánico y gestionar el miedo", señala.
Blue Origin
"Supera cualquier otra cosa que me hubiera imaginado"
Jesús Calleja asegura que ha salido de la NS-30, la nave de Blue Origin en la que ha viajado, transformado. En el momento de la rueda de prensa aún tenía que asimilar todo lo vivido. Solo habían pasado unas horas desde su hazaña, pero ya sabía que algo había cambiado en él.
Es abrumador ver el planeta en el que vivimos. Es de un azul extraordinariamente intenso y el universo es de un negro que yo creo que no existe en la tierra, es un negro profundo. La primera reflexión que hice fue: 'estamos flotando en este universo y sólo hay vida conocida aquí. Qué suerte hemos tenido de poder tener este planeta. Todas esas mierdas geopolíticas que tenemos, conflictos, yo creo que se evaporarían si la gente tuviera la oportunidad, sobre todo los que mandan, de ver la suerte que tenemos de donde vivimos y que deberíamos de admirar
Calleja no tiene palabras para describir lo que sintió cuando se asomó por la ventanilla de la nave espacial: "Nada más que asome por la ventanilla y vi lo que vi, me olvidé de ingravidez, me olvidé de todo. No te puedes hacer una idea lo que es ver el planeta Tierra desde ahí arriba. Es algo que supera cualquier otra cosa que me hubiera imaginado", intenta explicar, "es tan hipnótico que casi no llego a ponerme los cintos de lo tarde que llegué, que me saltó hasta la alarma, -'siéntate, siéntate'-, porque estaba colapsado, enganchado a esa imagen que jamás se me va a olvidar de la cabeza".
Turismo espacial, pero valioso para los avances tecnológicos
Hace ya años que multimillonarios como Elon Musk y Jeff Bezos están promocionando el turismo espacial entre aquella minoría que puede costearse un viaje así -Blue Origin no da cifras sobre lo que cuesta la experiencia-. Calleja no lo ve como un capricho de ricos, sino que defiende los avances tecnológicos que pueden salir de estas salidas al espacio.
"Esta empresa democratiza el acceso al espacio. ¿Qué hacemos nosotros? Pues mira, tengo todavía los sensores que sacan muestras de todas nuestras constantes vitales y a no mucho tardar tendremos que montar bases ahí fuera, bases orbitando, bases en la Luna. Necesitamos ir a por materiales que no hay en la Tierra", apunta el leonés. "Toda la información que están recogiendo de los astronautas, incluidos nosotros, se va a las universidades, se va a la NASA y emplearán esa información para mejorar el acceso al espacio".
Y aprovecha su experiencia para lanzar un mensaje a los terraplanistas, como ya hizo antes de subir a la cápsula. "Si hay terraplanistas, y lo vuelvo a repetir con respeto, no es cierto, no creáis esto. Uno tiene un aprendizaje cuando escucha. Si entras en una línea de 'la tierra es plana, la tierra es plana' y te llegan a convencer... Pues no, no, de verdad, créeme que no es plana", zanja.
Calleja asegura que, aunque este es el mayor reto de su vida y ha significado cumplir el sueño de toda una vida, le quedan muchas cosas aún por hacer y encontrará el modo de superar esta aventura. De momento, podremos ver la serie completa de su documental Calleja en el espacio próximamente en Mediaset y Prime Video.