
Un sándwich con su pan de molde, su pimiento del piquillo, su salsa... y secreto ibérico rebozado. ¿Alguna vez habías visto a algún español empanando esta parte del cerdo tan jugosa? Carlos Maldonado siempre llega sorprendiendo y, para sorpresa de Cristina Pardo en Más vale tarde, ha querido darle un toque extra a una pieza bien rica de carne.
En realidad lo hace inspirado en el katsu sando, un sándwich japonés que existe desde finales del siglo XIX, cuando la cultura occidental comenzó a introducirse en el país nipón a través de los comerciantes. El katsu sando se prepara con tonkatsu, que es una chuleta de cerdo de corte grueso que se reboza con panko y se fríe. También se puede usar otra parte del cerdo como el solomillo o incluso ternera o pollo.
Hay muchas versiones de este plato, lo que ha llevado al chef a versionarlo con algo más mediterráneo. En lugar del pan de leche tan típico del emparedado japonés lo ha cambiado por pan de molde o pan de brioche. Además, le añade mojo como salsa y no utiliza chuleta de cerdo rebozada en panko, sino que se ha decantado por un secreto bien empanado. Este pequeño cambio es lo que ha sorprendido a la presentadora y, posiblemente, a más de un espectador.

"¿Pero por qué lo vamos a rebozar?"
El secreto ibérico es un corte muy apreciado por los amantes de la carne por la grasa intramuscular que presenta. Ese color marmoleado provoca que a muchos se les haga la boca agua. Por eso seguramente hay más de uno que cree que empanarlo y meterlo entre dos panes es una auténtica tontería, cuando en realidad se disfruta más de su sabor comiéndolo solo con un poco de sal y pimienta.
"Pero, ¿por qué? ¿por qué lo vamos a rebozar? En mi vida he visto un secreto rebozado", dice Pardo, a lo que el nutricionista Pablo Ojeda añade: "habíamos empezado bien...". Maldonado no se viene abajo ante las críticas, sino que dice que va a estar "espectacular" después de rebozarlo y ponerlo entre dos panes que van a tostar con mantequilla.
Y lo cierto es que Maldonado está cerrando un poco el círculo porque los japoneses se inspiraron, a su vez, en la milanesa italiana o el escalope vienés. Fuera de toda polémica, el sándwich elaborado por el ganador de MasterChef 3 tiene que estar buenísimo.