El restaurante que participó en 'Pesadilla en la cocina' y lo demandó por "intromisión ilegitima en el honor": "Me estropeó la clientela"
María Garzón
María Garzón
-Redactora
No hay 'reality' que se le escape. Desde 'Gran Hermano' hasta 'Traitors España', pasando por 'La isla de las tentaciones' o 'Pesadilla en la cocina'.

La justicia no vio ningún delito por parte del programa de Alberto Chicote por lo que el propietario de La Mansión de Navalcarnero tuvo que pagar las costas del juicio

Atresmedia

Pesadilla en la cocina es uno de los programas más polémicos que de la televisión española. Una gran cantidad de restaurantes que participaron en el formato de Alberto Chicote no acabaron contentos con la experiencia, como fue el caso de La Mansión de Navalcarnero. De hecho, su propietario, José Luis Sanz, demandó por "intromisión ilegítima en el honor" al programa, la productora y al cocinero en 2016.

Sanz señaló en su denuncia que Chicote no solo no ayudó sino que se cebó en la crítica a su persona con un "lenguaje soez" y "acciones inmorales". Algo que cuando se emitió, el 23 de mayo de 2013, acabó "dañando la imagen del restaurante hasta hundirlo de manera irreversible". Una entrega que fue seguida por 2.201.000 espectadores de media (11,3% de cuota de pantalla).

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Tras desestimarse la demanda por el juzgado, el propietario recurrió ante la Audiencia Provincial de Madrid sin conseguir cambiar el resultado. Siguiendo la línea de los jueces, los miembros de la Audiencia consideraron que no existió vulneración al honor alguna porque las críticas estaban ceñidas a la calidad de la comida del local por lo que Sanz tuvo que pagar las costas del juicio.

Según declaró el propietario en una entrevista a ABC en 2017, perdió el juicio por que sus "testigos fueron denegados" ni pudo pronunciarse durante su realización. "Tan solo hablaron Chicote y sus abogados", señaló. Sanz confesó al periódico que el paso de Pesadilla en la cocina por su negocio le acabó causando "daños morales y psicológicos".

La Mansión era un hotel rural situado a las afueras de Madrid, en Navalcarnero, que acabó viniéndose "abajo" y siendo conocido como "el picadero de Navalcarnero" tras la visita del programa de laSexta. "Ha hundido mi negocio. Me estropeó la clientela porque describió el lugar como un 'picadero', algo que no es. Chicote ni siquiera pasó por la cocina y sus aportaciones culinarias fueran escasas", reconoció

En cuanto a la experiencia de grabar, Sanz señaló que el equipo del programa le hizo "repetir tomas hasta dar con la adecuada". Él no estaba de acuerdo, ya que su "testimonio es el que es y me comporto como soy, no pueden obligarme a que salte, llore o dé botes de alegría". De hecho, "una de mis trabajadoras decidió irse para no aparecer en el programa y tuvimos que llamar a una actriz del pueblo".

¿Y la reforma? Como otros restaurantes, la obra de mejoras en La Mansión fueron "lamentables". "Una chapuza con muebles viejos y de segunda mano que dejaron sin terminar. Me dijeron que no les había dado tiempo y que me mandarían el material para que lo hiciera yo. Ni siquiera eso hicieron, es todo una mentira", sentenció.

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