Greta Gerwig pasó todo un año diseñando el universo de Barbie antes de comenzar la preproducción de la película. Antes de tener conversaciones cruciales para definir la cinta, ella ya andaba buscando entre tonos de rosa y muñecas descatalogadas. En otras palabras, ella y su equipo han pasado mucho tiempo realizando un auténtico trabajo de artesanía para terminar respirando pura esencia Barbie y hacer justicia a un icono que ya ha cumplido los 64 años.
El universo de Barbie creado por Gerwig y Margot Robbie impacta por el lujo de detalles, pero se quedará para siempre contigo por el enorme corazón que esconde. Es un diamante dentro de una preciosa tarta de fresa.
Barbie engaña. Llega como una comedia divertida sobre una muñeca que todos conocemos, pero realmente es un retrato muy agudo y audaz de lo que supone ser hombre y mujer hoy en día -y, sobre todo, de lo que significa no corresponder a los estereotipos tradicionales-. Es un análisis cargado de picardía e inteligencia que tiene potencial para marcar a varias generaciones. No solo de mujeres jóvenes, también de hombres que, del mismo modo que ellas, andan pensando en su propia identidad. Gerwig -junto a Noah Baumbach- coge todos los temas de género que están sobre la mesa, los rasga de arriba a abajo, los hace una pelota y nos los estampa en la cara.
Y, aunque los devotos van a entrar en este discurso desde el primer minuto, es posible que el mensaje del filme ofenda a más de uno. Me imagino a esos padres de familia despistados que caerán en las salas de cine para ver una película de Barbie junto a sus hijas sin saber muy bien donde se están metiendo y su cara al descubrir cómo Ken toma un rol de bufón, relegado a un segundo plano, sin voz ni voto. Hay que esperar al tercer acto para llegar a la verdadera conclusión y para entonces es posible que más de uno ande refunfuñando por la sala.
Warner Bros.
Barbie no es una historia cómoda para todos, pero precisamente por eso es una de las películas más importantes que se estrenarán en 2023 -y, posiblemente, una de las más importantes de la última década. En ese sentido, Ryan Gosling es decisivo para que funcione. El actor, icono sexual de los últimos tiempos, acepta con mucho carisma su papel de secundario en esta historia y destroza con una enorme sonrisa cualquier rastro de masculinidad tóxica.
A su lado está una fantástica Margot Robbie que se convierte en la Barbie perfecta. De eso había pocas dudas, pero merece la pena destacar su valor como productora. Fue ella la que confió en la marca de Mattel para elaborar una película que transgrede muchas normas cinematográficas convencionales. Ella llamó a Gerwig, ella luchó para que saliera adelante, ella tomó el mando y nos encandiló a todos.
Warner Bros.
Barbie es una bomba feminista recubierta de un delicioso fondant de todos los tonos de rosa posible, una mezcla que la convierte en un pasatiempo familiar muy completo. Se da la tesitura de que tiene un diálogo marcadamente adulto, pero su tono es tremendamente ligero y divertido. Casi parece una contradicción, pero el mensaje contundente y las escenas 'slapstick' encajan como un guante. Gerwig se lo pasa en grande en un mundo que conoce a la perfección.
La película sigue la estela de sus anteriores títulos, Lady Bird (2017) y Mujercitas (2019). Todas sus películas están construidas bajo una firme mirada femenina que se está convirtiendo, poco a poco, en una influencia clara para las nuevas generaciones. Y, en este sentido, se nos hace difícil encontrar a una cineasta que reúna todas las características como para poder levantar semejante parque temático. Como dicen en este 'Barbenheimer' maravilloso que estamos viviendo, Gerwig podría haber dirigido Oppenheimer, pero Nolan nunca podría haberse hecho cargo de Barbie.
Más allá de la importancia de su mensaje, Barbie también va a tener mucho calado en las nuevas reglas cinematográficas. Casi abraza ese 'cine metamoderno' del que se habla ahora. Al igual que Todo a la vez en todas partes o Nope, la cinta presenta un nuevo estilo al espectador, muy alejado de lo que conocemos hasta ahora tanto estéticamente como en la narración. El 'cine metamoderno' se podría definir de manera sencilla como que la película, simplemente, se ve diferente y eso es lo que ocurre aquí. Barbie rompe un poco con las reglas cinematográficas impuestas y, aunque el experimento podría haber salido rematadamente mal, es un rayo de luz único para el espectador dispuesto a entrar en ello.
