"El hombre no importa, no es necesario, no es inteligente, estorba, no necesitas a los hombres". Para cierta parte de los espectadores que han ido a ver Barbie, el mensaje que manda el personaje de Ken es que los hombres son secundarios. No tienen ni voz ni voto en un universo dominado por las mujeres y sus aficiones -al igual que su trabajo- se reducen a la playa. No hay nada más dentro de su cabeza, ¿o sí?
Cuando Greta Gerwig escribió el guion de la película junto a Noah Baumbach conocía muy bien el estereotipo que estaba marcando y, en consecuencia, sabía que iba a provocar mucho enfado. Si has sido uno de los que no ha salido nada contento de la sala de cine, te invitamos a rascar la superficie y a descubrir qué era lo que quería contar Gerwig.
Por qué no deberías enfadarte con la visión de los hombres de 'Barbie'
Más allá de la comedia que está presente en toda la cinta de Gerwig, los personajes guardan una importante reflexión sobre la igualdad entre hombres y mujeres. Si los Ken están representados como personas poco válidas es porque son una metáfora del trato que han recibido las mujeres a lo largo de la historia y que, según donde mires, siguen aguantando.
"La destrucción del diseño original de la familia": 'Barbie' está provocando que gente enfadada salga del cine y eso es algo buenoEl Ken de Ryan Gosling -maravilloso en su papel- busca continuamente la validación de Barbie. Todo lo que hace es para que ella se fije en él, haciendo que Ken no tenga aficiones ni preocupaciones más allá de su compañera. Las Barbies son presidentas, doctoras, obreras, diplomáticas, físicas... Mueven el mundo desde sus posiciones de poder y han relegado a Ken a la sombra.
En la vida real, los hombres ocupan las sillas de las juntas ejecutivas y las mujeres -hasta no hace tanto- estaban ocupadas de sus hogares, sin que su voz tuviese relevancia más allá de decidir las cenas de su familia. Afortunadamente, esta situación ha ido cambiado, pero el papel de las mujeres aún está lejos de tener el mismo poder que el de los hombres y ahí es donde funciona tan bien el guion de Baumbach y Gerwig. Al darle la vuelta a la situación, poniendo a los hombres en el papel secundario, queda en evidencia la situación tan ridícula que se ha vivido tradicionalmente.
Y claro que puede llegar a molestar. Ningún hombre está acostumbrado a verse apartado de las decisiones importantes y, por supuesto, ninguno quiere ocupar ese lugar. Si consigues pasar de la primera lectura, lo que tienes es una reflexión muy potente acerca de que nadie merece ser ninguneado por su sexo o raza. Los géneros no definen los roles en la sociedad.
Warner Bros.
El mensaje que 'Barbie' quiere enviar a los hombres
Al igual que Barbie está buscando respuestas a sus preguntas, Ken también se encuentra en una constante búsqueda de su propia identidad. En el camino, el personaje se carga de referencias que considera masculinas para poder ser más hombre que nadie. Es otro movimiento genial por parte del guion. Al igual que las mujeres han estado aplastadas por estereotipos, el Ken de Ryan Gosling se pone sobre sus hombros todos los símbolos que tradicionalmente han dominado a los hombres: la cerveza, las peleas para demostrar su fuerza, El Padrino, ¡los caballos!
Gerwig no dice que sea ridículo que te guste El Padrino, pero sí defiende que ningún hombre tiene que encajar en un único tipo de masculinidad. El feminismo también funciona para que los Kens del mundo real liberen sus sentimientos y lloren si es lo que necesitan, desarrollen empatía y hagan crecer su inteligencia emocional.
Y, sobre todo, deja muy claro que nadie tiene que depender de la aprobación de otra persona. Cuando Ken lleva el patriarcado a Barbie Land lo hace como grito de atención para que Barbie vuelva a fijarse en él, no porque crea que es lo correcto. Al final de la película por fin consigue valorarse a sí mismo y dejar a un lado su dependencia de Barbie. "I'm Kenough". Es un gran paso adelante para que los Ken escalen posiciones en su universo, lo mismo que llevan haciendo las mujeres desde las últimas décadas.
Dicho esto es importante recalcar que Barbie es una comedia y, por tanto, tiene exageraciones. Igual los hombres del mundo real son demasiado incompetentes y las mujeres demasiado perfectas, pero es la caricatura que funciona para que sueltes un par de carcajadas en el cine.
