1916. Primera Guerra Mundial. El general francés Broulard ordena al general Mireau lanzar una ofensiva suicida contra una inexpugnable posición alemana apodada como el "hormiguero". En el momento del ataque, los soldados, comandados por el coronel Dax, comienzan a caer por decenas mientras sus compañeros, exhaustos, se niegan a avanzar. Tras ello, los supervivientes de la misión son llevados ante un consejo de guerra por cobardía.
Es la premisa de Senderos de Gloria, la película de 1957 dirigida por el maestro del cine Stanley Kubrick y protagonizada por Kirk Douglas que, más de medio siglo después, es considerada como una de las mejores películas de aclamado cineasta y una auténtica joya del cine bélico, pero que en su día resultó problemática en su acogida en algunos países europeos. Entre ellos España.
Senderos de Gloria es la película elegida para esta noche en La 2, que la emitirá en abierto en su contenedor "Días de cine clásico" a las 22.05 horas.
A pesar de que en Estados Unidos fue recibida entre elogios en 1957 y fue objeto de reconocimiento, Senderos de Gloria generó controversia en varios territorios por su carácter antibelicista y antimilitarista. En el filme el conflicto no se produce entre los bandos combatientes, sino dentro de un mismo bando, entre Dax (Douglas) y sus superiores, como resultado de que los soldados estén siendo considerados como meros peones y sacrificados ante la ambición de los altos cargos. Así, la película levanto algunas ampollas importantes entre el ejército en Francia, entonces inmerso en el conflicto de Argelia, que mostraron su rechazo a la película y acabaron provocando que la distribuidora no la presentase ante la comisión francesa de clasificación. Hubo que esperar 18 años hasta su llegada a las salas de cine francesas en 1975.
La controversia y la voluntad de no generar tensiones también hizo que Senderos de Gloria no formase parte de la Berlinale y otros países, como Suiza, Israel, Bélgica y Canadá, tardaron años en proyectarla en sus cines. En el caso de España, que en el momento del estreno se encontraba bajo la dictadura de Francisco Franco fue directamente prohibida y no se vería hasta 1986, más de una década después de la muerte del dictador.
Basada en la novela homónima escrita por Humphrey Cobb en los años 30 a partir de sus vivencias en el frente durante la Primera Guerra Mundial, Senderos de Gloria no fue un proyecto fácil en su día y fue precisamente el interés de Douglas, quien incluso llegó a renunciar a su sueldo, lo que permitiría que saliese adelante. A pesar de los problemas tanto para su producción como los generados por su discurso antibélico, el filme consagró a Kubrick como uno de los grandes directores de la historia y en 1992 fue nombrada una película "cultural, histórica y estéticamente significativa" por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.
