Reconocido nombre en Hollywood, Reese Witherspoon es una de las actrices, según Forbes, mejor pagadas de la industria cinematográfica y también una de las mujeres más ricas de América. Y no solo por su faceta de actriz, con inconfundibles títulos en su trayectoria que van desde la película que la consolidó como estrella, Crueles intenciones, a la aclamada serie de HBO Big Little Lies -pasando, cómo no, por Una rubia muy legal-, sino por la de productora y empresaria.
Witherspoon supo moverse con su inicialmente pequeña compañía de producción Type A Films, que creció paulatinamente de la mano de diversas fusiones y acabó convirtiéndose en la poderosa Hello Sunshine, a la que le debemos títulos como Perdida, Alma salvaje y la ya mencionada archiexitosa serie Big Little Lies. Todos ellos proyectos de una filial conocida como Pacific Standard y que fue creada precisamente para impulsar narrativas protagonizadas por mujeres, como Pequeñas cosas hermosas, Todos quieren a Daisy Jones o The Morning Show.
440 millones de patrimonio: Reese Witherspoon es la actriz más rica pero su trabajo para una poderosa plataforma no tiene nada que verAl margen de su faceta como productora, Witherspoon, aunque ha pasado por diferentes etapas, no ha abandonado nunca su faceta como actriz. Este año la hemos visto en la temporada 3 de The Morning Show y protagonizando una comedia de Netflix llamada ¿En tu casa o en la mía?, junto a Ashton Kutcher.
La trayectoria de Witherspoon es tan innegable como extensa, pero, como todas las grandes estrellas, hubo una época en la que abrirse puertas estuvo muy lejos de la situación actual, en la que puede producir sus propios proyectos. Precisamente durante la promoción de la comedia romántica de Netflix, la actriz habló de sus inicios en la industria de Hollywood y, en particular, de un episodio bastante bochornoso cuando solo tenía catorce años.
Ante el micrófono de Jimmy Kimmel, Reese Witherspoon revelaba el pasado mes de febrero que una de sus primeras audiciones tuvo lugar en 1991, para la película El cabo del miedo de Martin Scorsese. Una prueba a la que tuvo que hacer frente nada más y nada menos que delante de Robert De Niro, el protagonista de la película.
"Estaba muy asustada cuando entré en la habitación", recordaba la actriz. "No sabía quién era Robert De Niro. La recepcionista, con la que estaba charlando mientras esperaba mi turno, me dijo que era uno de los actores más importantes de nuestro tiempo. Yo tenía 14 años. Nunca había visto Uno de los nuestros, así que estaba nerviosa".
Con los nervios de punta por la audición de la película, Reese Witherspoon se perdió por completo en su encuentro cara a cara con la estrella. "Él tuvo que terminar las líneas por mí", recordaba risueña. "Volví a hacer una prueba con él diez años después. Pensé que nunca recordaría ese momento, ¡pero en realidad sí! Me dijo: 'Te recuerdo, tú eres la que no pudo decir una sola palabra". El papel en cuestión en El cabo del miedo era el de Danielle Bowden, la hija de los personajes interpretados por Nick Nolte y Jessica Lange, que finalmente fue a parar a Juliette Lewis.
La prueba de Reese Witherspoon, muy vergonzosa en su momento y sin duda un poco traumática para alguien tan joven, por tanto, no sólo tuvo desventajas, sino que le permitió formar parte de un recuerdo permanente en la mente de uno de los grandes nombres del séptimo arte.
