Se sabe poco, pero Los caballeros las prefieren rubias tuvo una secuela de título absolutamente hilarante: Pero los caballeros se casan con morenas. En España, como estábamos en los años 50, decidieron traducirla, al menos en un principio, como Escándalos en París. En todo caso, lo que quedó para la posteridad fue la película original con Marilyn Monroe cantando Diamonds are a girl's best friend y Jane Russell cayendo a la piscina en un número fabuloso. Y sin embargo, Howard Hawks poco tuvo que ver con ninguno de los dos.
Zas, en toda la boca
A mediados de los años 50, Howard Hawks ya no tenía nada que demostrar. Suyas eran Solo los ángeles tienen alas, Luna nueva, Tener y no tener o Me siento rejuvenecer: era el rey de la comedia screwball y el romance, y se podía permitir hacer lo que quisiera. Como, por ejemplo, no dirigir los números musicales de Los caballeros las prefieren rubias. Tal cual: Jack Cole, el coreógrafo, acabó poniéndose tras la cámara esos momentos porque Hawks, tal aseguró tiempo después, "no tenía ningún deseo de hacerlo".
Es posible que, dirigidos por Hawks, fueran menos impresionantes, pero también puede que no se colara un momento tan mítico como fallido: mientras Russell canta en la piscina y los chicos se tiran en una coreografía, uno la coge sin querer de la cabeza y la tira al agua con ellos. Como dijo ella misma, "Fue un accidente, y tuvimos que grabar todo el número de nuevo. Se suponía que no iba a acabar en la piscina, pero acabó siendo mejor así". Y además, el maquillaje no se le quitó ni un poco. Magias del Hollywood de antaño.
Y ojo, porque el nadador que la cogió por accidente, Ed Fury, acabó siendo despedido porque insistió en que le dieran el crédito de co-coreógrafo. Pues claro que sí. Los caballeros las prefieren rubias fue la séptima película más taquillera de 1953 y siguió encumbrando tanto a Hawks como a Marilyn. Curiosamente, ninguno de los dos acabó llevándose un Óscar, pero al menos Hawks sí consiguió uno honorario en 1974, cuando ya no estaba dedicándose al cine. Desde luego, esperemos que no se lo dieran por la maestría al rodar escenas musicales.