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    El director de esta película quería que su primera escena fuese perfecta, pero fue demasiado lejos: 9 horas de rodaje y un brazo en cabestrillo
    Alicia P. Ferreirós
    Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

    Era su primera película para la gran pantalla así que no quería fallar en nada. Afortunadamente, nos brindó una de las mejores películas de la historia

    En su día no fue todo lo bien que debería en taquilla, pero Cadena perpetua cumple 30 años este 2024 y sigue siendo considerada, y merecidamente, como una de las mejores películas de la historia. De hecho, hace ahora 10 años, coincidiendo con su 20 aniversario, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos la incluyó en el Registro Nacional de Cine para su preservación. Un honor solo al alcance de unas pocas.

    Basada en la novela de 1982 Rita Hayworth y la redención de Shawshank publicada por el maestro del terror Stephen King, Cadena perpetua está dirigida por Frank Darabont, un cineasta que entonces daba sus primeros pasos y que encontró en los trabajos de King una auténtica fuente de inspiración para sus películas. En 1984 Darabont rodó un corto basado en la novela del autor La mujer de la habitación como parte del programa Dollar Baby -un programa mediante el que el escritor permitía a estudiantes de cine a adaptar sus novelas por un dólar- y a King le gustó tanto el resultado que le permitió hacerse con los derechos para adaptar Rita Hayworth y la redención de Shawshank.

    Cadena perpetua
    Cadena perpetua
    Fecha de estreno 24 de febrero de 1995 | 2h 22min
    Dirigida por Frank Darabont
    Con Tim Robbins, Morgan Freeman, Bob Gunton
    Medios
    4,3
    Usuarios
    4,6
    Sensacine
    4,0
    Ver en Max

    Sin embargo, antes de rodar el que sería su primer éxito cinematográfico, Darabont se estrenó en el largometraje con una producción para la pequeña pantalla en 1990, Enterrado vivo. Listo para llevar a cabo la película que le cambiaría la vida, Darabont escribió el guion de Cadena perpetua en apenas dos semanas, consiguió un presupuesto de una cifra nada despreciable de 25 millones de dólares y se puso manos a la obra. Su guion había seducido por completo a la productora Castle Rock y gracias a ello pudo reunir a un elenco fantástico liderado por Morgan Freeman, que también se sintió muy atraído por la película. Durante el proceso de casting de Cadena perpetua se barajaron algunos grandes nombres de la industria que incluyeron a Tom Hanks, Kevin Costner o Tom Cruise, siendo este último un firma candidato pero que rechazó el proyecto por la inexperiencia de Darabont.

    Finalmente, la película estaría protagonizada por Morgan Freeman y Tim Robbins en los papeles principales, se estrenó en 1994 y tuvo que competir en taquilla con las mismísimas Pulp Fiction y Forrest Gump, lo que llevó a unas cifras de taquilla no demasiado boyantes. No obstante, a nivel de crítica, Cadena perpetua fue objeto de grandísimos elogios, siendo nominada a siete premios Oscar -incluido el de Mejor película-, aunque no se llevase ninguno como consecuencia de la fuerte competencia.

    Una entrada en la industria por la puerta grande para Frank Darabont.

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    Al tratarse de su primer película para el cine, Darabont quería que todo fuese perfecto. Para contar la historia de Andy Dufresne (Robbins), un joven banquero condenado a cadena perpetua por asesinar a su esposa y su amante, y de Red Redding (Freeman), un hombre que lleva más de 20 años de condena, Darabont necesitaba que la primera escena entre ambos fuera realmente poderosa.

    El eje central de la película es la gran historia de amistad entre estos dos hombres sin futuro, así que su primera conversación, una escena en la que Red juega al béisbol con otro recluso mientras habla un par de minutos con Andy, que en ese momento es un completo desconocido, era muy importante para el director. Tanto que tardó en rodarla nada menos que 9 horas. Nueve horas en las que Freeman, cuyo personaje jugaba en la escena, tenía que lanzar una pelota una y otra vez. El actor no se quejó, pero al día siguiente apareció con su brazo izquierdo -es zurdo y lanzaba con la izquierda- en cabestrillo, puesto que tantos lanzamientos le habían provocado una lesión en el brazo.

    Afortunadamente, la recuperación fue rápida y no afectó al rodaje, pero se quedó como una simpática anécdota que demuestra el grado de compromiso que tuvieron todos en aquella película y que se acabó notando en el resultado.

    Tras la buena acogida, Darabont siguió venerando la obra de Stephen King, de quien adaptaría La milla verde y La niebla con posterioridad.

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