Mira que en Dune 2 hay grandes estrellas. En el reparto hay nombres como Zendaya, Timothée Chalamet o Javier Bardem, pero el que ha conseguido brillar por encima de todos ellos es Austin Butler. El actor, que saltó a la fama hace apenas dos años con el estreno de Elvis, se ha ganado al público con su actuación de Feyd-Rautha Harkonnen, el temible sobrino del barón.
La dirección de Denis Villeneuve tiene mucho que ver con el éxito de la cinta, pero en la interpretación de Feyd también hay mucho del esfuerzo físico de Butler. El actor, como ha contado en varias entrevistas, se preparó a fondo para transmitir esa agresividad en la pantalla grande. Si después de Elvis estuvo meses hablando como El rey del rock, aquí lo que le queda es un papelón que ya veremos si le lleva a los Oscar -por suerte no se le pegó nada de la psicopatía de su personaje-.
"El milagro de mis nuevos músculos"
Las condiciones para rodar Dune 2 han sido físicamente duras. La filmación tuvo lugar en Budapest, donde había 43 grados, y el equipo tenía que soportar largas jornadas al aire libre. "Hacía muchísimo calor", reconoce Butler en una entrevista con EW, "Tenía puesta la calva y estaba entre dos escenarios de sonido que eran como dos cajas; literalmente estaba como en un microondas. Mi traje era como un neopreno, asfixiante".
"Había gente desmayándose": El set de 'Dune 2' se convirtió en un microondas de 43 grados
Warner Bros.
Butler por lo menos estaba algo preparado físicamente. Llevaba meses entrenando para conseguir ese físico espectacular digno de un Harkonnen, algo que ha logrado a base de puro esfuerzo. "Subí alrededor de 25 libras, unos 11 kilos de peso, en los meses previos. ¿Cómo? Pues comiendo muchísimo y entrenando la fuerza como una bestia", recoge Men's Health.
El actor asegura que no hay un milagro detrás de su preparación, sino mucha dedicación en el gimnasio y una estricta dieta.
Si tuviera que resumir, el milagro de mis nuevos músculos se debe al pollo, el brócoli, el arroz integral, el press de banca, el peso muerto y entrenar muy duro. No hay más misterio ni fórmulas mágicas
Butler es de esos actores que, si tienen que dar vida a Elvis Presley, pasan 18 meses practicando los músculos de la boca para cambiar su entonación. En cuanto se dio cuenta de que quería ser actor y descubrió el mundo del teatro, se obsesionó con Broadway y podía ver 14 obras en dos semanas. Así es como ha llegado a lo más alto y su mejor baza para no caer en el olvido próximamente.
