¿Cuál fue tu primera reacción al leer al guión?
Lo primero fue que encontré que mi personaje estaba realmente bien escrito. Me encantaron tanto los personajes como la historia y su medida épica. Me reuní con Scott Stewart y me hizo ver que el tenía una visión muy específica y atrayente de la película. Cuando encuentras a un director tan apasionado y confiado… siempre he creído que es una buena idea lanzarse a la piscina con él.
¿Qué diferencia a esta película del resto de películas de vampiros?
No definiría esta película como un título de vampiros. Es una película post-apocalíptica, futurística, un western con vampiros. Es la historia de un hombre que decide ir en contra del sistema, de romper con la vida que lleva y con sus creencias para empezar a luchar por lo que es correcto. Ese es el corazón de la película.
¿Tuviste que prepararte físicamente para la película? ¿Hubo mucho entrenamiento?
Por supuesto, hubo un entrenamiento físico sobrehumano. Tanto a mí como a Paul Bettany nos sometieron a una intensiva sesión de prácticas de combate cuerpo a cuerpo… ¡hasta se derramó algo de sangre! Luego los genios del maquillaje nos arreglaron las magulladuras y nos dejaron bien guapos para rodar.
¿Conocías el cómic de partida?
Una vez me decidí a participar en la película y dentro del habitual proceso de documentación era natural que acabara encontrándome con el cómic. Fue una inspiración continua, un buen punto de partida sobre el que empezar a plantearse cosas. Seguramente nosotros le aportamos elementos que no existían entonces como el sombrero lleno de muescas…
¿Cómo fue la atmósfera en el set de rodaje? ¿Y trabajar con Paul Bettany?
Fue muy divertido. Me lo pasé en grande trabajando con Paul, es todo un profesional. Es tremendamente carismático, un tío con chispa, un verdadero "gentleman". Incluso cuando sin querer le chafé los dedos en la pelea del tren…
Por lo que tu personaje es definitivamente una amenaza…
Especialmente para humanos con dedos.
¿Cómo son los vampiros en esta película?
Son bestias. Monstruos formidables y terroríficos. Mi personaje es un cura que, al caer en la batalla, acaba convertido en un vampiro humano.
Parece que se te está viendo más como villano últimamente…
Solo porque me has visto interpretar al de 'El sicario de Dios (Priest)'. No creo que Bones sea un villano. Cooper en 'Red' no era un villano y el Juez Dredd definitivamente no es el malo de la película. Sólo trato de encontrar personajes interesantes en historias que enganchen. Eso es todo.
¿Sabías que la película iba a ser convertida al formato 3D? ¿Cambió eso vuestra manera de actuar pensando en los detalles que podían resultar más efectistas en el posterior visionado? ¿O no os afectó de ninguna forma?
En mi opinión… no. Creo que el trabajo del actor es en el set, contando una historia, el 3D no altera esas cosas. Es sólo una variante en la interpretación de la imagen.
Entonces ¿eres de la opinión que el 3D es sólo una moda que desaparecerá en el futuro? ¿O crees que esto ya es para siempre?
No lo sé. No hay ninguna bola de crista que te diga que es lo que le va a gustar a la audiencia en el futuro o si van a existir nuevas técnicas que pasen a dominar el mercado del cine.
¿Qué dirías que ha sido lo mejor y lo peor de participar en esta película?
Para mí, posiblemente, lo mejor sea el haber trabajado con el equipo de la misma, tanto con los actores como con Scott. Lo peor sería un día que nos estábamos preparando para una escena de acción. Paul estaba colgando a un lado del tren y yo debía machacar su mano con mi bota. En mitad de la toma le sacudí bien fuerte y Paul pegó un grito desgarrador. Pensé "por Dios, qué buen actor" [risas]. Entonces Paul empezó a correr por el set agarrándose la mano y gritando. Así que ahí estaba yo, en lo alto de un tren sin poder moverme, sin poder acercarme a él a decirle: “lo siento colega”. Eso no tuvo mucha gracia.
Rosa Gamazo-Robbins (Traducción: Alejandro G.Calvo)
