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    Celine Sciamma: la directora que cautivó a Rihanna

    ‘Girlhood’, la nueva película de la directora de ‘Tomboy’, se estrena el 24 de abril de 2015

    Tras inaugurar la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes en 2014 y ser proyectada en el Festival de San Sebastián, la nueva película de Celine Sciamma (Tomboy) llega a la gran pantalla este viernes 24 de abril. Girlhood cuenta la historia de Marienne, una chica de 16 años y tres chicas jóvenes con las que forma una banda. La directora nos ha hablado sobre la película y sus protagonistas.

    ¿Cómo fue el proceso entre Tomboy y Girlhood?

    Nunca tengo un nuevo proyecto en mente cuando estoy trabajando en una película, solo cuando he terminado puedo comenzar a pensar en otras historias. Mis dos primeras películas eran, básicamente, el trabajo de la puesta en escena de algo muy íntimo. En esta ocasión he querido que la parte íntima adquiriera mayor gravedad, mayor significancia, si lo prefieres. Es un proceso algo distinto, aunque todas mis películas tienen puntos en común, claro. Yo estaba fascinada con esas bandas de chicas que veía en la calle, me transmitían una energía muy fuerte, sentía la necesidad de conocerlas y tratar de entender qué me hacía conectar con ellas.

    ¿Cómo afrontaste la mirada realista de la película?

    Todo el mundo me pregunta sobre cómo me documenté y, lo cierto, es que no hubo ningún tipo de preparación por esa vía. Estas chicas eran adolescentes, poderosas, iban a reflejarse a sí mismas sin necesitar mucha ayuda. El trabajo fue por otro lado: yo no quería que pareciera un documental sobre la juventud de extrarradio, sino una ficción con personajes potentes. Me interesaba mucho más la parte política, que la realista. La idea era hacer un viaje sentimental vehiculado por estas cuatro chicas y plasmarlo de la forma más veraz posible en la pantalla. Trabajé con ellas el guión para que me explicaran en qué me apartaba de la realidad, porque no quería que pareciese impostado. Pero ahí acaba mi trabajo estrictamente “realista”, la naturalidad con la que se expresan las chicas en la pantalla, incluyendo sus pequeñas improvisaciones, es ya algo totalmente suyo.

    No quería usar solo una energía o una manera de hablar, creo que la idea funciona porque ellas son muy contradictorias en sí mismas: pueden parecer niñas o mujeres maduras, estar contentas o melancólicas, pueden hablar con lenguaje de la calle o hablar como un presidente. Estos son los contrastes que intenté subrayar.

    Sobre la única cosa que me documenté fue sobre la idea actual de las bandas de chicas. Ellas son mujeres violentas y, antes de que existieran, los periódicos franceses ya señalaban la existencia de bandas de mujeres violentas. Al menos esa era la visión de Sarkozy. Yo quería investigar cuál era la realidad que existía detrás de tanto sensacionalismo.

    La relación entre las protagonistas es muy poderosa.

    Durante el casting, donde vimos a cientos de chicas, intentamos escoger personalidades fuertes, ya que era importante que destacasen de manera individual; la química entre ellas surgió más tarde. Antes de empezar el rodaje trabajamos durante tres o cuatro semanas tratando de que se conocieran y pasarán tiempo juntas, para motivarlas y para que entendieran cómo iba a ser el proceso de filmación. Vivían juntas en la misma casa así que creció una amistad y confianza entre ellas que intenté que también se forjará conmigo. Sé que soy mayor, además de su “jefa”, pero pasaba todo el tiempo con ellas así que nació esa conexión.

    ¿Me hablarías de la secuencia del playback de “Diamonds”?

    Fue de lo primero que escribí, aunque nunca estaba segura de si iba a encajar en la película. Era una escena con la que estaba obsesionada, tenía muchas ganas de filmarla, la tenía perfectamente dibujada en mi cabeza. Sabía dónde iba a ir el travelling, cómo debía moverse la cámara, por dónde tenía que entrar cada chica… era una coreografía muy precisa. Por supuesto, las chicas no habían ensayado y solo tenían que bailar en el lugar indicado para que todo concordase. No es un simple clip de la película, está contando una historia, es un gran viaje emocional porque te hace reír, te hace feliz, te pone triste... Te hace ver a esas mujeres tan fuertes y, al final, una voz te recuerda que son niñas. Es pura narrativa.

    Esto hace que recuerde una anécdota horrible de la película. Cuando empezamos a grabar pensamos que no era una secuencia muy cara ya que solo teníamos que poner la canción de Rihanna y mover los labios. Pero cuando estábamos montando nos dimos cuenta de que no teníamos los derechos para usar la canción ¡y que costaban muchísimo dinero! Así que decidí escribir a Rihanna y enviarle la secuencia a sus managers. Nos llamaron diciendo que nos cedían los derechos porque la escena les parecía muy cool. La verdad es que esta escena y la historia que guarda son increíbles.

    En el último cuarto la película pega un cambio fuerte a nivel estilístico

    Quería que tuviese un gran final pero a la vez que reflejara la realidad. Está dividida en cinco episodios como una serie de televisión ya que hay una cualidad en las series en la que puedes ver el día a día del personaje y, a medida que avanza, imaginar su futuro. Ella comienza sola y acaba sola porque eso es lo que la película básicamente quiere: salvar las identidades. Al final te das cuenta de lo que quiere en realidad: ser parte de un grupo. Aunque pueda parecer depresiva, la película consigue crear nostalgia sobre la amistad, es triste que ella se haya perdido algo como eso.

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