No cabe duda de que Rogue One: Una historia de Star Wars es el estreno más esperado de la temporada. Teniendo en cuenta el gran recorrido en taquilla de la anterior entrega, El despertar de la Fuerza, el director Gareth Edwards se veía con una enorme responsabilidad entre manos, primero para consolidar el respaldo crítico de la saga, y segundo para demostrar la viabilidad de los 'spin-offs'.
Cuando hace unos días se conoció la noticia de que el título antológico -cuyo argumento tiene lugar entre el Episodio III y el Episodio IV- sería sometido a la grabación de nuevas escenas, saltaron todas las alarmas. Pese al buen sabor de boca que dejó en su momento el primer tráiler revelado -que puedes ver sobre estas líneas-, los fans no tardaron en empezar a albergar dudas sobre la calidad del producto final, a lo que no ayudó que poco después se rumoreara que volvería a ser rodado hasta un 40% del metraje.
Dado el tamaño y complejidad de una superproducción como Rogue One, así como la cantidad de expectativas depositadas en ella por parte de sus millones de seguidores, estos 'reshoots' han sido producto de todo tipo de habladurías, tal y como ocurrió con Escuadrón suicida en su momento. Sin embargo, ¿merece la pena que nos preocupemos tanto por Rogue One? ¿Hay motivos fundados para temer que la película protagonizada por Felicity Jones no esté a la altura del Episodio VII? Para descubrirlo, no tienes más que seguir leyendo.
¿Por qué se están rodando nuevas escenas?
Ésta es la principal pregunta que se hacen los fans, de la cual la respuesta más fácil sería que el trabajo de Gareth Edwards, director de Godzilla, no ha logrado satisfacer los objetivos de Disney. Sin embargo, los 'reshoots' son una práctica común en las superproducciones de Hollywood de esta magnitud, e incluso a veces llegan a ser programados antes de que se ruede la primera escena.
Sí es cierto que dichos 'reshoots' debían haber sido efectuados antes -tal y como os contamos, iban a ser realizados más o menos para la pasada primavera-, pero fueron atrasados con la intención de que Edwards y su equipo dispusieran de más tiempo para decidir qué había que añadir o modificar. Por lo que parece, las nuevas escenas no tendrán nada que ver con complejas secuencias de acción o con puntos clave de la trama, sino más bien con el desarrollo de personajes, y ciertos diálogos.
¿Cuánto metraje se reeditará?
Cuando Making Star Wars reveló que las nuevas escenas supondrían el 40% del metraje, quedó claro que Disney se hallaba en problemas. Acorde a sus fuentes, el equipo de Rogue One estaría a punto de afrontar un brutal proceso de rodaje, trabajando seis días a la semana durante ocho semanas.
No obstante, fuentes cercanas a LucasFilm han hecho hincapié en que, de ser esto cierto, Rogue One ya habría aplazado su fecha de estreno, inicialmente prevista para el 16 de diciembre de este año. "Si tuviéramos que volver a rodar el 40% de la película, no podríamos tener listo el filme para agosto", asegura uno de los responsables de la producción, vía Entertainment Weekly. De hecho, Disney planea que los 'reshoots' ya hayan acabado a mediados del mes que viene, con motivo de la Star Wars Celebration que tendrá lugar en Londres el 15 de julio. De conseguir esto, Rogue One incluso tendría una post-producción más tranquila que la de, sí, El despertar de la Fuerza, cuyo montaje final no estuvo listo hasta octubre, tres meses antes de su estreno mundial.
