Woody de Toy Story
Seguimos leyéndole la cartilla a Disney, aunque en 1995 aún Pixar no estuviera controlada del todo por la Casa del Ratón. Es innecesario referir todos los logros del primer film rodado íntegramente mediante animación por ordenador, de modo que centrándonos concretamente en el guión descubrimos otra gran virtud, así como un personaje bastante más ambiguo de lo que parece: Woody, el simpático protagonista del film.
Este vaquero disfruta de lo lindo gobernando a los juguetes del cuarto de Andy, dándoselas de líder justo y ecuánime pero que, en cuanto su poder corre peligro, empieza a demostrar su verdadera naturaleza. Y es que Woody en realidad es alguien celoso y egoísta, capaz de conspirar contra Buzz Lightyear -el principal causante de su caída en desgracia- y estar a punto de matarlo. El Woody que vimos en la peli al menos se arrepiente y sufre lo suyo para salvar a Buzz; el del primer guión que sopesó John Lasseter era mucho más malvado.
Ross Geller en Friends
El personaje interpretado por David Schwimmer siempre ha sido el menos valorado por los espectadores, debido especialmente a su escasa comicidad -sólo es divertido cuando le pasan cosas, nunca cuando hace cosas- y a su sempiterno rol de listillo. Por un lado, esto provoca unas burlas muy ingeniosas por parte de Chandler (Matthew Perry); por otro, la observación de su comportamiento nos lleva a cosas mucho peores que el simple sabelotodismo.
En concreto, podemos ver su horrenda personalidad en todo su esplendor gracias a su relación con Rachel (Jennifer Aniston). Ross está desde el principio de la serie enamorado de ella, pero sus formas de demostrarlo son insultar a su novio, decir su nombre en vez del de su novia Emily en la correspondiente boda, o insistir en que el motivo de su separación fue "que se estaban tomando un descanso" sin que le importe lo que ella pueda pensar. Pero es que, cuando está saliendo con ella, es mucho peor: es controlador, celoso, su trabajo siempre está por encima de su relación y, sobre todo, no deja que Rachel que se vaya a París a perseguir sus sueños para que se quede con él. Que te den, Ross.